Arde en el pecho la herida
del abandono
clava sus dientes ábida de la sangre
de mi alma llorando tu ausencia,
o la mía.
Monstruos en mi cabeza
relatan historias de oscuridad
y drama.
Mi cuerpo se estremece
en grito pero mi boca permanece
cerrada.
Vete de mí,
terrible dolor agudo
que me encoje por dentro.
Es la incertidumbre lo que me mata,
la parálisis de este momento
que corre electrizante por mis venas
paralizándome
hasta la respiración.
Solo quiero llorar,
chillar tan fuerte y tan profundo
que el grito me rompa
la garganta,
que el fuego turbulento del estómago
me abrase por dentro
con la esperanza de que eso
libere mi espíritu.
Arde intensa la herida
del abandono
azuzada por tu ausencia
o la mía.
Comments